“Un individuo se convierte en profesor mediante proceso continuo atravesando diversos papeles y momentos”. Esta frase
me puso a pensar, que es cierta. Personalmente
empecé mi profesión de docente a los 16 años y es muy distinto lo que hago
ahora a lo que hacía recién salida de la Normal. He aprendido a través del tiempo muchas
cosas, ha cambiado la situación social,
el conocimiento, la tecnología, además ahora en mi madurez he afrontado
diversos momentos personales y profesionales, los cuales me hacen ser “profesora”. Pero no todo esta dado, cada día vivimos nuevas experiencias que contribuyen al desempeño de nuestro rol docente.
Los medios que empleaba el
docente, inicialmente eran la tiza, el tablero, el papelógrafo, el esténcil, no
existían las fotocopiadoras. Los niños eran más dóciles, no había tanta
información debido a los medios poco masivos. Hoy todo es distinto: cámaras
digitales, celulares, aplicaciones para Tablets, videoconferencias, video beam,
software, memorias USB, portátiles,
micro SD, Internet, herramientas tecnológicas, en fin… el oficio de docente se
ve influenciado por esto y la situación cambiante del mundo. Esto conlleva a
analizar cómo las TIC están en todas las dimensiones escolares, pero es
necesario enfatizar en el uso de éstas en la parte “investigativa”, función que
debería ser liderada por las escuelas de formación de maestros y las facultades
de educación.
Finalmente considero que el uso
de las TIC debe enfocarse al aprender a ser, aprender a hacer, aprender a
conocer y aprender a vivir juntos. Las nuevas tecnologías no deben deshumanizar
a la sociedad, convertir a los niños y jóvenes como seres con antivalores, llenarlos de
conocimientos y técnica pero asociables. Todo debe estar equilibrado: el saber,
el hacer, el ser y el convivir armónicamente.
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